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Piense en sus plantas de limón como si fueran sus amigas cítricas que agradecen un poco de atención. Aquí le presentamos una guía rápida de mantenimiento:
- Luz solar: les encanta el sol pleno. Dales la mayor cantidad de luz solar posible.
- Riego: Mantenga la tierra constantemente húmeda. Riegue cuando el primer centímetro esté seco, pero evite encharcarla.
- Suelo: Es imprescindible que el suelo tenga un buen drenaje. No deje que las raíces queden empapadas.
- Cuidado de los recipientes: si están en macetas, asegúrese de que tengan orificios de drenaje. Las plantas en macetas pueden necesitar riego más frecuente.
- Poda: Poda ligera para darle forma y eliminar la madera muerta. Ayuda a mantener una planta sana y productiva.
- Fertilización: Aliméntelas con un fertilizante equilibrado para cítricos durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Sin embargo, no exagere.
- Esté atento a las plagas: Esté atento a las plagas, especialmente a los pulgones y las cochinillas. Trate de inmediato si detecta alguna.
- Protección contra las heladas: si estás en una zona propensa a las heladas, protégelos durante las noches frías.
- Cosecha: Cuando la vida te dé limones, ¡cógelos! Cógelos cuando estén amarillos y maduros.
- Amor y calidez: Por último, dales un poco de amor y calidez. Estas plantas prosperan cuando se sienten cuidadas.
¡Siga estos consejos y sus plantas de limón le recompensarán con la deliciosa bondad de los cítricos cultivados en casa!