Pistacho (injertado) – Planta frutal viva

Agotado

Las plantas de pistacho (*Pistacia vera*) son pequeños árboles de hoja caduca conocidos por sus deliciosos y nutritivos frutos secos. Pertenecen a la familia de los anacardos. Originarios de Asia Central y Oriente Medio, estos árboles dan frutos en forma de drupas, siendo las semillas comestibles las del pistacho. Cultivadas en todo el mundo, valoradas por su sabor único y sus beneficios nutricionales, son un ingrediente popular en platos dulces y salados.

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El cuidado de las plantas de pistacho requiere varios pasos importantes para garantizar un crecimiento saludable y una producción óptima de frutos secos:

  1. Poda: La poda regular ayuda a dar forma al árbol, promover la circulación del aire y eliminar ramas muertas o enfermas. La poda generalmente se realiza durante el período de inactividad.
  2. Riego: Los pistacheros necesitan ser regados regularmente, especialmente durante los períodos secos y cuando son jóvenes. Una vez establecidos, son razonablemente resistentes a la sequía, pero aún requieren humedad adecuada, especialmente durante el desarrollo de la nuez.
  3. Fertilización: Aplicar un fertilizante equilibrado, especialmente nitrógeno, fósforo y potasio, favorece el crecimiento y la producción de frutos. Los fertilizantes deben aplicarse según el análisis del suelo y las necesidades de nutrientes específicas del árbol.
  4. Control de plagas y enfermedades: Es fundamental monitorear plagas como pulgones, ácaros y chinches de las hojas, así como enfermedades como Botryosphaeria y Verticillium. El uso de estrategias de manejo integrado de plagas y variedades resistentes a las enfermedades puede ayudar a contener estos problemas.
  5. Cosecha: Para garantizar una calidad óptima de los frutos secos, es fundamental saber el momento adecuado para cosechar los pistachos. La recolección suele tener lugar a finales del verano o principios del otoño, cuando las cáscaras se abren. Las nueces deben cosecharse inmediatamente para evitar que se echen a perder.
  6. Manejo del suelo: Mantener un suelo bien drenado y con buena fertilidad es esencial. Las enmiendas del suelo y el acolchado pueden ayudar a retener la humedad y mejorar la estructura del suelo con el tiempo.

Siguiendo estas prácticas de cuidado, los productores de pistachos pueden garantizar árboles saludables y maximizar su rendimiento de frutos secos año tras año.